Cuando se habla de dolarización oficial se describe el proceso en el que el dólar estadounidense se convierte en moneda de uso nacional de curso legal, sustituyendo a la moneda local del país que la adopta.
La moneda extranjera estadounidense reemplaza a la moneda local en todas sus funciones: reserva de valor, unidad de cuenta, medio de pago.
La dolarización permite, al principio evitar crisis cambiarias y de balanza de pagos ya que al no haber una moneda propia, no pueden producirse bruscas depreciaciones ni súbitas salidas de capital motivadas por el temor de una devaluación.
Pero, la dolarización no elimina toda la desconfianza en la economía, sino únicamente la que se deriva del riesgo cambiario. El hecho de que la economía esté "dolarizada" no elimina las salidas de capitales.
Un país que dolariza entrega una parte importante del manejo y establecimiento de políticas monetarias. De ahí en adelante, la política monetaria y cambiaria la dicta la Reserva Federal de Estados Unidos, es decir no tendria autonomia monetaria y no tendría la posibilidad de acudir a una devaluación para mantener la competitividad de sus productos, por lo que el país perdería permanentemente la capacidad de reaccionar frente a shocks externos; o lo que es lo mismo se quedaría sin "amortiguadores".
