La resistencia fiscal, también conocida como objeción o desobediencia fiscal se refiere a oponerse a pagar los impuestos correspondientes por razones de desacuerdo con el sujeto activo, con sus políticas de recaudación o incluso con la forma y destino de lo recaudado.
Técnicamente la resistencia fiscal es negarse rotundamente a pagar los impuestos.
En ocasiones este tipo de rebelión ha sido usada como una forma de resistencia pacífica a manera de protesta ante medidas o políticas del estado.
Dependiendo del alcance de la negación o rebelión fiscal el estado se ve afectado desde llamar su atención hasta afectar seriamente su financiación, perjudicando el gasto público seriamente. Por esta razón es una herramienta muy polémica de protesta, ya que es muy difícil que un gobierno pueda resistir tal presión de una desobediencia fiscal masiva y prolongada sin ceder a negociar o renunciar.
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