La actual situación económica en Venezuela precisa de un cambio radical, tanto en políticas económicas como en las instituciones básicas.
El gasto público no puede seguir encaminado a objetivos de politiquería electoral, eso aunado al déficit del sector público conlleva al incumplimiento del precepto constitucional de "no hacer gastos al margen del presupuesto nacional"
El País requiere urgentemente políticas sectoriales de largo, mediano y corto plazo para poder hacerle frente a las debilidades de la estructura económica.
Hoy día dependemos en exceso del petróleo y las importaciones, lo cual nos hace vulnerables. Se debe estimular la oferta nacional para reducir las importaciones, así, y solo así podrá estimularse la productividad en sectores tan importantes como el agrícola, el manufacturero, el minero, el de hidrocarburos, el de la construcción, turismo, y el de los servicios de mayor tecnología.
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